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  La Historia de la Apologetica Catolica: Parte I
 

 

SAN JUSTINO 160D.C.:

 

San Justino, Apología primera. C.66ss (GOODSPEED, 74ss; QUASTEN, 14-21; MG 6,428s. 432)

66. Este alimento se llama entre nosotros Eucaristía, del cual a ningún otro es lícito participar, sino al que cree que nuestra doctrina es verdadera, y que ha sido purificado con el bautismo para perdón de pecados y para regeneración, y que vive como Cristo enseñó. Porque estas cosas no  las tomamos como pan ordinario ni bebida ordinaria, sino que, así como por el Verbo de Dios, habiéndose encarnado Jesucristo nuestro Salvador, tuvo carne y sangre para nuestra salvación, así también se nos ha enseñado que el alimento eucaristizado mediante la palabra (verbo) de oración procedente de Él – alimento del que nuestra sangre y nuestra carne se nutren con arreglo a nuestra transformación – es la carne y la sangre de aquel Jesús que se encarnó. Pues los apóstoles, en los comentarios por ellos compuestos,  llamados evangelios, nos transmitieron lo que así les había sido transmitido: Que Jesús, habiendo tomado el pan y dado gracias, dijo: Haces esto en memoria de mí; éste es mi cuerpo, y que solamente hizo participantes a ellos. Lo cual también en los misterios de Mitra han enseñado a hacerlo los malvados demonios, tomándolo pro imitación. Porque sabéis, o podéis saber, que cuando alguno es iniciado en ellos, se ofrece un pan y un cáliz de agua y se añaden ciertos versos.

 

SAN IRENEO DE LYON(150d.C):


-Discipulo de San Policarpo, quien fue bautizado y a su vez discipulo del apostol San Juan.

 

"Los benditos Apóstoles fundaron la Iglesia y la entregaron a Lino por el oficio del obispado. Pablo lo nombra a Lino en su Epístola a Timoteo. Después siguió Anacletus. Después de el, Clemente tomo el obispado.

Este hombre, como vio a los Apóstolos, les hablo, se puede decir que todavía escuchaba el eco de sus predicaciones; y la tradición la tenia a mano. Y no estaba solo. En esos tiempos todavía vivían muchos que recibieron enseñanzas directamente de los Apóstoles. Durante el tiempo de Clemente vino discordia dentro de los hermanos en Corinto. La Iglesia de Roma había despachado una fuerte carta a los Corintos… Después de Clemente lo sucedió Evaristo, después siguió Alexander y, sexto de los Apóstoles, se nombro Sixto. Luego Teleforus, gloriosamente martirizado. Luego Hyginius, luego Pius, luego Aniceto. Después que Soto sucedió a Aniceto, vino Eleuterio y en el duodécimo lugar de los Apóstolos hereda el episcopado. En este orden, y por esta sucesión, la tradición eclesiástica de los apóstoles y la predicación de la verdad, nos ha venido. Esto abundantemente comprueba que hay solo una fe vivificadora, que sea preservada en la Iglesia hasta ahora, trasmitida en verdad." (Contra las Herejías, III-3:3)

 

SAN CIPRIANO (250 D.C.):

   

"Y no sea que su audacia furiosa cesara en alguna instancia, ellos también están esforzándose por distraer a los miembros de Cristo en facciones cismáticas, para rasgar y desgajar el único cuerpo de la Iglesia Católica, porque así, corriendo de puerta en puerta, por las casas de muchos, o de ciudad en ciudad por ciertos distritos, en su obstinación y error buscan compañeros que se unan a ellos mismos en su cisma".
Epístola XL-2, a Cornelio.

Notemos algo curioso, ya en el año 250 los herejes corrian de puerta en puerta…

 

SAN ATANASIO(330 d.C.):

-San Atanasio lucho intensamente contra la herejía Arriana, y fue su más feroz combatidor, gracias a él esta perniciosa herejía se erradico.

 

"Bien, entonces, ¿Qué hay de común entre la herejía de Arrio y la opinión de Dionisio? ¿O por qué se le ha de llamar a Dionisio como a Arrio cuando mucha es su diferencia? Pues uno es un maestro de la Iglesia Católica, mientras que el otro ha sido un inventor de una nueva herejía".
Epístola sobre la doctrina de Dionisio, 6, 350 D.C.

 

"Es conveniente observar que desde el principio la misma tradición antigua, la doctrina y la fe de la Iglesia Católica, aquélla que el Señor nos ha enseñado, fue predicada por los Apóstoles y conservada por los Padres. Efectivamente en ella, tiene su fundamento la Iglesia; y si alguno se aleja de esa doctrina, ni es ni deberá ser llamado cristiano".
San Atanasio, Carta a Serapión de Thmuis, 359 D.C.

SAN AGUSTIN DE HIPONA(410 d.C.)


-Quizás el mejor teológo de la Iglesia, esta caracterizado por su conversión y su fuerte defensa de la Verdadera fe, dejo grandes enseñanzas y combatio duramente las herejías de su tiempo.

 

"Esta Iglesia es sagrada, la única Iglesia, la verdadera Iglesia, la Iglesia Católica, combatiendo siempre contra todas las herejías. Ella puede pelear, pero no puede ser vencida. Todas las herejías son eliminadas de ella, como las inútiles podas de una parra. Ella permanece firme en su raíz, en su parra, en su amor. Las puertas del infierno jamás podrán vencerla".
Sermón a Catecúmenos, sobre el Credo, 6,14  395 D.C. 

"Con la misma palabra, con el misma Sacramento naciste, pero no llegarás a la misma herencia de vida eterna, a menos que vuelvas a la Iglesia Católica".
Sermones, 3  391 D.C.

 

"Lo que el alma es al cuerpo del hombre, el Espíritu Santo es al Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. El Espíritu Santo hace en la Iglesia entera lo que el alma hace en todos los miembros de un cuerpo. Pero mira de lo que debes cuidarte, mira lo que debes considerar, mira a lo que debes temer. Sucede que en el cuerpo humano, o más bien fuera del cuerpo, algún miembro, la mano, el dedo, o el pie, pueden ser cortados. Y si un miembro es cortado, ¿Va el alma con el? Cuando el miembro estaba en el cuerpo vivía; y cortado, su vida es perdida. También, un hombre cristiano es católico mientras vive en el cuerpo; separado, es un hereje; el Espíritu no sigue a un miembro amputado".
Sermones, 267,4  391-430 D.C.

SAN JERONIMO (420 d.C.)

 

-"Ignorar la Escritura es ignorar a Cristo"
-"¿Cómo es posible vivir sin la ciencia de las Escrituras, a través de las cuales se aprende a conocer al mismo Cristo, que es la vida de los creyentes?"
-"Estoy con quien esté unido a la Cátedra de san Pedro"  "yo sé que sobre esta piedra está edificada la Iglesia".

 

SAN JUAN DAMASCENO 720 D.C.

-El último de los Padres de la Iglesia pero no por ello el menos importante.

 

Cuando León el Isaurico, emperador de Constantinopla, prohibió el culto a las imágenes, haciéndose eco de los iconoclastas que acusaban a los católicos de adorar imágenes, San Juan Damasceno se hizo portavoz de la ortodoxia enseñando la doctrina católica. No adoramos imágenes sino que las veneramos. Refutando la falsa acusación de León:

 

Lo que es un libro para los que saben leer, es una imagen para los que no leen. Lo que se enseña con palabras al oído, lo enseña una imagen a los ojos. Las imágenes son el catecismo de los que no leen.

 

-Se caracterizo por su ferviente amor a la Madre de Dios:

 

Oh benditas entrañas de Joaquín de quien sale una semilla sin mancha! Oh glorioso vientre de Ana en quien la mas bendita descendencia creció. (Homilía I sobre la Natividad de Maria; O’ Carroll, 200; cf. Grae., 154; Gambero, 402).

 

SANTO DOMINGO DE GUZMAN (1200 d.C.)

 

 

Con su predicación y con su vida ejemplar, combatió con éxito la herejía albigense. Con los compañeros que se le adhirieron en esta empresa, fundó la Orden de Predicadores.

 

Comprendiendo la necesidad de instruir a aquellas gentes que caían en las herejías, determinó fundar la Orden de predicadores, dispuestos a recorrer pueblos y ciudades para llevar a todas partes la luz del Evangelio. Funda centros de apostolado en todo el sur de Francia. Pero, reconociendo que para combatir las herejías era necesario una buena formación teológica, busca un doctor en teología que instruyera a la comunidad. Más tarde, uno de sus discípulos en la orden sería la lumbrera más grande que haya tenido la iglesia universal: Santo Tomás de Aquino.

Santo Domingo fue un gran amigo de San Francisco de Asís, a quien visito y abrazó efusivamente. Estando en Fangeaux una noche, en oración, tiene una revelación donde, según la tradición, la Virgen le revela el Rosario como arma poderosa para ganar almas. Esta tradición está respaldada por numerosos documentos pontificios.

SAN ANTONIO DE PADUA (1200 d.C.):

Poseía en alto grado, las cualidades que caracterizan al predicador elocuente: una voz clara y fuerte, talante imponente, memoria prodigiosa y un profundo conocimiento, a lo cual le fue añadido desde lo alto el espíritu de profecía y un extraordinario don de milagros. Con celo apostólico, tomó a su cargo reformar la moralidad de su tiempo combatiendo de forma especial los vicios del lujo, avaricia y tiranía. El fruto de sus sermones fue, entonces, tan admirable como su misma elocuencia. No fue menos ferviente en la extinción de la herejía, sobre todo la de los cátaros y los patarinos, quienes infestaron el centro y norte de Italia, y probablemente también aquella de los albigenses en el sur de Francia.

Continuará.

Cristhian Enriquez
Apologista Catolico
Lima - Peru
defiendetufecatolica@hotmail.com

 
   
 
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